Tania Derveaux, candidata por Flandes al
Senado belga, se ha hecho famosa en casi todo el mundo. No es para menos.
Aparte de posar desnuda en su cartel electoral por Internet, ha prometido
cuarenta mil felaciones, una para cada uno de los cuarenta mil primeros
votantes. La lógica es impecable porque Tania, por supuesto, no piensa cumplir
su promesa electoral; pero, como ella misma afirma, en su incumplimiento no se
apartará un ápice del resto de los partidos políticos que durante la campaña
política prometen y prometen para después no cumplir nada de lo que habían
prometido. Tal como dijo el viejo profesor con el cinismo que le caracterizaba
las promesas electorales están para no cumplirse.
La primera violación de la libertad
democrática comienza cuando, desde los poderes públicos y con el dinero de
todos, se hace propaganda en contra de la abstención, y no digamos en países
como Bélgica en los que se la criminaliza. La abstención puede ser un acto
político consciente de tanto o más valor que la participación en las
elecciones. No es ningún secreto que una inmensa mayoría de los que votan, no
lo hacen “a favor de” sino “en contra de”; pues bien, la abstención puede
significar que se vota en contra de... no de un partido político sino de todos
ellos, es un órdago a todo el sistema.
El salón de los “pactantes” . Con una duración aproximada de dos semanas la feria del tráfico de concejales y regateo de votos ha presentado las últimas novedades en técnicas de peloteo y de comidas de oreja.Los partidos casaderos rondarán a los mozos minoritarios que se dejarán querer entre demagogias y orgullos, siempre con esa sonrisa puesta.
Una sonrisa que haría huir a la hiena más simpática.
Quien ignora la verdad es un iluso pero
quien conociéndola la llama mentira, es un delincuente.
Bertold Brech.
P.D Cosillas recogidas por la red por M. Aranda mail: mafelez@hotmail.com